Henry Murray

Henry A. Murray nació en la ciudad de Nueva York el 13 de mayo de 1893. Sus padres eran acaudalados y murria creció como un niño privilegiado en una época anterior a los automóviles, las lanchas de motor o las películas. La familia pasaba los inviernos en la ciudad en una residencia en lo que ahora está situado el centro Rockefeller. Los veranos los pasaban en Long Island, donde Murria disfrutaba de actividad física al aire libre, animales y los bosques detrás de su casa.

Murray no creía encajar en la clasificación del niño freudiano típico. Fue difícil para él reconocer la presencia de un Complejo de Edipo en su vida. Su análisis de entrenamiento no descubrió ningún indicio de resentimiento oculto hacia su padre. Por otra parte, su infancia evoca varios aspectos adlerianos. Murray recordó un incidente alrededor de sus cuatro años de edad, en éste, su madre le dijo que la reina y su hijo dibujados en un libro de cuentos de hadas estaban tristes debido al prospecto de la muerte. Después él sugirió que el recuerdo incluía sentimientos de haber sido abandonado (dejado morir) por su madre a favor de sus hermanos debido a que era difícil cuidar de él. Esto condujo a un desarrollo temprano de seguridad en sí mismo al igual que a sentimientos de ternura hacia su madre y hacia otros con problemas emocionales.

Murray recibió poco entrenamiento formal en Psicología. Después de seis años en dos escuelas privadas en la cuidad de Nueva Cork, asistió a Groton, una escuela preparatoria privada en Massachussets. Obtuvo título de bachiller en artes en Harvard, donde se especializó en historia, pero sólo recibió calificaciones por debajo del promedio. Parece que estaba más interesado en las relaciones con sus compañeros. Nos obstante, asistió a la facultad de medicina de la Universidad de Columbia y se graduó como el mejor de su clase. Más tarde realizó una maestría en biología en Columbia y un doctorado en bioquímica en la Universidad de Cambridge.

Una biografía nueva (Robinson, 1992) sugiere que Murray tuvo diversos puntos débiles intelectuales y emocionales y que, aunque tuvo un matrimonio tradicional, estuvo involucrado en un tórrido romance con Christiana Morgan, una mujer casada y talentosa que también estaba interesada en el trabajo de Carl Jung.

Morgan hizo contribuciones importantes al desarrollo inicial del psicoanálisis, en especial en el área del feminismo, y también en la teoría de la personalidad de Murray, sin embargo, nunca ha recibido el reconocimiento apropiado.

No obstante, Murray fue un profesor de psicología muy respetado en la Universidad de Harvard desde la década de 1920 a la de 1960, donde fundó la Clínica psicológica de Harvard en forma específica para estudiar la personalidad.

Murray reunió a su alrededor a un grupo de jóvenes maduros, capaces y estudiosos, muchos de los cuales son psicólogos notables por su propio derecho. Fue galardonado con el Premio a la Contribución Científica Distinguida de la Asociación Psicológica Estadounidense y con la Medalla de Oro de la Fundación Psicológica Estadounidense, por sus contribuciones a la psicología. Murray murió en 1988.

El estudio de la personología

Murray sugirió que el concepto de personalidad es una hipótesis, un constructo que ayuda a explicar la conducta de un individuo. Murray no creía que el concepto de personalidad se refiriera a alguna sustancia física real. La personalidad de un individuo depende de procesos cerebrales y por consiguiente el centro anatómico de ésta es el cerebro.

En su análisis de la personología enfatizó el entendimiento de los individuos normales respecto a ámbitos naturales. Creía que los psicólogos deben preocuparse en forma primaria por el estudio detallado y cuidadoso de vidas individuales.

Al estudiar lo individual, Murray creía que es útil separar la conducta total de una persona en unidades identificables y manejables. Su unidad básica es un procedimiento, un patrón de conducta significativa breve que tiene un principio y un fin claros.

Los procedimientos son interacciones entre el sujeto y otra persona u objeto en el ambiente. Los procedimientos pueden ser internos (imaginados) o externos (reales). Una sucesión de procedimientos constituye una serie. Una serie planeada de procedimientos es un programa en serie, el cual conduce hacia un objetivo, tal como convertirse en abogado, por ejemplo.

Los programas en serie pueden prolongarse en el futuro por meses o incluso años. Cada procedimiento en una serie puede ser considerado como tener un subobjetivo que acerca al individuo al objetivo final. Son gobernados por un proceso mental conocido como orden.

Esto nos permite, una vez que entendemos nuestro mundo, desarrollar una estrategia para afrontarlo. El orden también permite desarrollar calendarios o planes para resolver procedimientos conflictivos.

Algunos aspectos de la teoría de Murray fueron extraídos de la teoría de freíd. Sin embargo, Murray no dudó en redefinir los términos o explicar y enriquecer los conceptos de Freud. Por tanto, usó los términos ello, yo, y superyó para describir las divisiones básicas de la personalidad, pero agregó su propio significado.

Murray concordaba con Freud en que el ello es la fuente de los impulsos y las necesidades básicas, pero enfatizó que el ello contiene impulsos positivos al igual que negativos. El superyó es una representación internalizada del ambiente social, que indica cuándo, dónde, cómo y qué necesidades pueden ser expresadas. El yo es la “parte más organizada, discriminativa, vinculada al tiempo, razonadora, resolvedora y cohibida de la personalidad” (1938). Su papel es facilitar que el ello satisfaga sus impulsos; su efectividad en hacer esto afecta a la adaptación de un individuo. Murray atribuía una función más activa para el yo.

Necesidades humanas

Murray (1938) definió una necesidad como el constructo que representa una fuerza en el cerebro que organiza la percepción, entendimiento y conducta de tal forma que cambia una situación insatisfactoria y aumenta la satisfacción. Una necesidad puede ser provocada por un estado interno, tal como el hambre, o por un estímulo externo, tal como la comida.

A partir de un estudio intensivo de individuos en Harvard (1938), Murray desarrolló una lista de 20 necesidades básicas. Aunque esa lista ha sido revisada y modificada desde esa época, sigue siendo muy representativa de una perspectiva global de las necesidades humanas. Entre estas están:

Dominación, Deferencia, Autonomía, Degradación, Agresión, logro, Entendimiento, Sexo, Orden, Sensibilidad, Exhibición, Juego, Afiliación, Rechazo, Evitación de daño, Ayuda, Cuidado, Evitación de sentirse inferior, Defensa, Oposición.

No todas las necesidades están presentes en todos los individuos, demás varían en su fuerza e intensidad.

Evaluación e investigación en la teoría de Murray

Murray fue un pionero en el área de la evaluación, un aspecto de la teoría de la personalidad que es un punto creciente de atención e interés. Murray enfatizó un enfoque idiográfico de la personalidad, el cual se concentra en el individuo.

El principio básico del concepto de evaluación de Murray fue que se requieren indicadores múltiples para examinar en forma adecuada el desempeño de un individuo.

Murray dirigió a un grupo de 28 especialistas diferentes para estudiar a 52 estudiantes hombres no graduados durante un período de seis meses. Juntos recopilaron una gran cantidad de datos por medio de entrevistas, pruebas, cuestionarios y observaciones, usando un grupo de métodos clínicos, psicoanalíticos, experimentales, fisiológicos y de historia de la vida. Al hacer que varios investigadores entrenados observaran al mismo individuo, Murray creía que podía eliminar los errores personales en la evaluación.

Murray mismo desarrolló varias técnicas para evaluar la personalidad, La mejor conocida es la Prueba de Apercepción Témática (TAT), desarrollada por Murray y C.D. Morgan, la cual es usada en forma amplia como un mecanismo proyectivo. El TAT consiste en una serie de 30 dibujos ambiguos (dibujos que sugieren una situación poco estructurada).

Las respuestas al TAT sugieren la forma de pensar del sujeto en relación con el ambiente físico y social. Las respuestas son anotadas en términos de temas predominantes y se pone especial atención a aquellas fuerzas que emanan del “héroe” en el dibujo o del ambiente. Por medio de los datos, el examinador puede inferir la forma en que se relaciona el sujeto con otras personas y cómo moldea el ambiente para satisfacer sus necesidades personales.

Debido a que los estímulos son ambiguos y el sujeto es libre de responder en cualquier forma, se cree que cualquier significado que le dé el sujeto a la historia debe provenir de su interior. Se dice que el individuo proyecta el significado en la historia y, por tanto, el TAT es considerado una prueba proyectiva. En el TAT se trata con proyección imaginativa en lugar de hacerlo con un mecanismo de defensa freudiano de proyección. Los sujetos proyectan inconscientemente sus propias actitudes y sentimientos en los dibujos y por consiguiente se revelan a sí mismos.